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Ahorra gas con nuestros consejos

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La imagen muestra llamas de gas como símbolo de ahorro de gas.
© Shutterstock / Yevgeniy

Reduce el consumo de gas con estos sencillos consejos

Los motivos para querer ahorrar gas son múltiples. La solución comienza con una mirada hacia los propios hábitos de calefacción y las rutinas diarias y termina con una modernización bien planificada del sistema de calefacción. En la siguiente guía encontrarás diversos consejos, desde los más sencillos que pueden aplicarse a corto plazo hasta otros algo más complejos.  

Sencillos consejos para ahorrar gas

Para reducir el consumo de gas y, por tanto, los costes a corto y medio plazo, lo mejor es empezar directamente por los hábitos de calefacción. Una reducción de la temperatura de sólo un grado sin medidas adicionales en un edificio existente reduce el consumo hasta un 6 %. Pero eso no significa que tengas que pasar frío. Puedes utilizar los siguientes valores como guía. No obstante, siempre hay que tener en cuenta las circunstancias individuales.

  • Salón: 20 a 22 ºC
  • Dormitorio 16 a 18 ºC
  • Pasillo y cocina: 18  ºC
  • Dormitorio de los niños: 22  ºC
  • Cuarto de baño: 23 a 24  ºC

Para ajustar la temperatura correcta en un radiador clásico con cabezal termostático y escala de 5 pasos, recomendamos la guía sobre "Programar correctamente el termostato".

También es útil seleccionar distintos programas de calefacción, como el modo verano o el de reducción nocturna.  

Mantenimiento y purga del sistema de calefacción

No sólo hay que tener en cuenta la temperatura ambiente óptima, sino también la distribución ideal del calor dentro del sistema de calefacción. Para garantizarlo, es esencial un mantenimiento regular. Lo mejor es concertar una cita con el técnico de mantenimiento en los meses más cálidos. Se necesita menos calefacción y las reparaciones no limitan tanto el confort como durante la temporada de calefacción, por lo que este periodo es adecuado para una revisión anual del sistema. Esto puede implicar ajustes adicionales en el control del sistema de calefacción para reducir el consumo de gas en un punto central.

Además del mantenimiento, también puede contribuir a que la distribución del calor en el circuito de calefacción sea óptima. Puede ser necesario purgar los radiadores, sobre todo después de largos periodos de inactividad del sistema, como después del verano. Las burbujas de aire pueden acumularse en el agua caliente de diferentes maneras. Éstas no sólo pueden provocar ruidos molestos en el sistema de calefacción, sino también una distribución desigual del calor. A menudo, los radiadores permanecen fríos cerca de la parte inferior y, a veces, incluso habitaciones enteras no pueden calentarse correctamente. En este caso, se recomienda purgar el sistema de calefacción.

Consejo: También puedes garantizar una distribución óptima del calor en la habitación asegurándote de que los radiadores no estén obstruidos ni tapados. Sobre todo, no debe taparse el sensor de temperatura del termostato.

Aislar y proteger contra las corrientes de aire para ahorrar gas

Sobre todo en las casas más antiguas, merece la pena prestar atención al aislamiento y la estanqueidad de puertas y ventanas, así como al aislamiento de las tuberías de calefacción. En puertas y ventanas, puede ser útil utilizar cinta aislante, cinta selladora o burletes. Las tuberías de calefacción expuestas pueden hacer que se pierda mucho calor antes de que llegue a la vivienda, o que los sótanos u otras habitaciones se calienten innecesariamente. Sobre todo si hay distancias relativamente largas entre el generador de calor y el radiador, conviene examinar más detenidamente la situación. Durante una revisión de la calefacción o del sistema de calefacción, un técnico profesional in situ puede ayudarte a encontrar las soluciones.

Ahorrar gas al calentar agua caliente  

Además de calentar, el sistema de calefacción a gas también suministra agua caliente al hogar. Según el tipo de edificio, el estado del aislamiento y el comportamiento de los residentes, el porcentaje de gas consumido para calentar el agua varía mucho. Por término medio, es de hasta el 12% en un edificio antiguo. En los edificios nuevos, este porcentaje puede ser mucho mayor porque se utiliza mucha menos calefacción, pero el consumo de agua caliente suele seguir siendo el mismo. Para ahorrar gas y, por tanto, costes, siga nuestra guía de consejor para optimizar el consumo de agua caliente.

No olvide una ventilación óptima

Un comportamiento correcto en calefacción también incluye la ventilación. Especialmente en la temporada de calefacción, debe evitar la ventilación manteniendo las ventanas inclinadas. Esto hace que se pierda calor permanentemente y que los radiadores tengan que ponerse cada vez más altos. Además, este tipo de ventilación manual no proporciona un intercambio de aire completo. En su lugar, se recomienda la ventilación en ráfagas y la ventilación cruzada. Para ello, lo ideal es abrir completamente las ventanas opuestas. Unos minutos varias veces al día son suficientes. Además, asegúrate de apagar los radiadores durante este tiempo. No se pierde calor hacia el exterior y se ahorra en consumo de gas. Una alternativa a la ventilación manual es un sistema de ventilación mecánica. Según el tipo, el calor del aire extraído puede utilizarse para calentar las habitaciones.

Combinar y reformar para ahorrar gas

Además de las numerosas pequeñas cosas que se pueden hacer para reducir el consumo de gas, también existe la posibilidad de aplicarlas técnicamente a mayor escala. Una caldera a gas demasiado antigua que no sea de condensación, debe sustituirse. Una caldera de condensación a gas ya instalada también puede complementarse con un generador de calor que utilice energías renovables. Por último, también existe la opción de reconvertirla totalmente como una alternativa. En todos los casos, ahorrará gas a largo plazo y será cada vez más independiente de los combustibles fósiles. Esto no sólo conserva recursos, sino que también tiene un efecto positivo tanto en sus propios costes energéticos como en su huella de carbono.

Complementar una caldera a gas con energía solar y otras combinaciones posibles

Un sistema solar térmico, que utiliza energía solar gratuita para calentar agua caliente y/o apoyar el sistema de calefacción, se considera el complemento óptimo para un sistema de calefacción a gas. Puedes complementar un sistema existente o planificar uno nuevo con tecnología solar desde el principio. Encontrarás más información al respecto en la sección Calefacción con gas y energía solar.

Un sistema de calefacción a gas también puede combinarse con cualquier otra solución energética basada en fuentes de energía renovables como las bombas de calor. La combinación de un sistema de calefacción a gas y una bomba de calor es muy popular. En este caso, el sistema de calefacción a gas actúa como caldera de carga máxima si la demanda de calor es superior a la normal o las temperaturas exteriores (cuando se utiliza una bomba de calor de fuente de aire) son muy bajas.

Reformar un sistema de calefacción a gas y optar por alternativas

Una parte considerable de los sistemas de calefacción instalados en España están obsoletos. Para ahorrar gas, es aconsejable utilizar la última tecnología de condensación, que aprovecha hasta el 98% de la energía contenida en el combustible mediante la utilización del calor oculto en los gases de combustión.  

Otra opción es optar totalmente por una alternativa a los sistemas de calefacción a gas. De este modo, se consume menos gas y se independiza de las fluctuaciones de precios. A largo plazo, también reducirás tus costes energéticos.