El término "energía gris" describe el consumo de energía asociado a un producto a lo largo de su vida, desde su producción y uso hasta su eliminación. Los críticos afirman que las bombas de calor modernas funcionan especialmente mal en este aspecto debido a sus numerosos componentes y a los refrigerantes.
El primer punto se aplica por igual a todos los sistemas de calefacción central: independientemente de si se utiliza una bomba de calor o un sistema de calefacción de gas para generar calor, siempre se necesitan tuberías, bombas y superficies de calefacción para distribuir la energía térmica y transferirla a las habitaciones.
Los refrigerantes son, en efecto, un punto de crítica, especialmente los hidrocarburos fluorados (gases fluorados), muy utilizados hasta ahora, como el R-410A, que es 2088 veces más nocivo para el clima que la misma cantidad de CO2. Sin embargo, esto sólo se aplica si se libera a la atmósfera. Como las bombas de calor son sistemas cerrados, esto no ocurre si se eliminan correctamente. También es importante tener en cuenta que el llamado Reglamento sobre gases fluorados está prohibiendo sucesivamente los refrigerantes nocivos y que los requisitos de subvención en relación con el uso de refrigerantes naturales prometen mejores condiciones.